Cada cual se colocaba cada trapo como podia, se vestian antes de pisar la arena caliente, yo, las miraba desde mi sitio en la arena,asi empezaron a trasformarse con cada trapo que se colocaban y se sacaban, el ritual es extraño; una mujer sea de la edad que sea tiene que sentirse segura con lo que tiene puesto de lo contrario nada resultara bien ese dia, nada le parecera bien, y ese dia en la playa para esas niñas-mujeres la idea no era contraria, me resultaba divertido ver como exageraban el paso, el caminar cuidado y los ojos puesto sobre todos y a la vez sobre nadie, mirando por encima de cualquiera pero rogando que todos en la playa las vean, caminaban sobre el aire, caminaban sobre su juventud y su iniciante belleza, caminaban hacia el grupo de niños-hombre con los que habian venido, y ellos muy al estilo de la inmadurez varonil jugaban a tirarse arena, a pegarse por debajo de las rodillas, a insultarse continuamente, a reirse a compas del ritmo cautivante del calmado mar. Cuando ellas llegaron, ellos las miraron y siguieron haciendo lo que estaban haciendo restando la importancia que se necesita para que en realidad algo te importe, ellos tramaron, acordaron y ejecutaron y una a una fueron cazadas y arrojadas al mar en el juego mas antiguo de corretear y atrapar, ellas, unas niñas-mujeres, fueron alcanzadas por casi la inocencia y coqueteo con el que jugaban ellos, la risa invadio la playa y cuando las carcajadas me hicieron ver que todos ellos eran todavia un grupo de niños queriendo ser grandes senti que el dia tenia algun futuro, ellos; todo un grupo de niños-adultos alegraron con sus risas todo lo que quedo del dia.
domingo, febrero 15, 2009
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