sábado, agosto 12, 2006

ELEGIA A LA MUERTE DE UN PERRO (por UNAMUNO)

Tus sueños, ¿qué se hicieron?
¿Qué la piedad con que leal seguiste
de mi voz el mandato?

Yo fui tu religión, yo fui tu gloria;
a Dios en mi soñaste;
mis ojos fueron para ti ventana
del otro mundo.

¡Si supieras, mi perro,
qué triste esta tu dios porque te has muerto!
¡También tu dios se morirá algún día!
Moriste con tus ojos
en mis ojos clavados
tal vez buscando en éstos el misterio
que te envolvía.

¡También tu dios se morirá algún día!
Moriste con tus ojos
en mis ojos clavados
tal vez buscando en éstos el misterio
que te envolvía.

Y tus pupilas tristes
a espiar avezadas mis deseos,
preguntar parecían:
¿A dónde vamos mi amo?
¿A dónde vamos?

No hay comentarios.: