domingo, mayo 14, 2006

MADRID

Me levanto lentamente de un sueño aletargado, el silencio me indica que todavía no has llegado, me muevo hacia tu lado de la cama y veo que no estas. Lo he comprendido bien tu turno todavía no acaba, estas en el trabajo y yo aquí descansando. Me dirijo hacia la cocina a prepararte un café caliente y negro, como que se que te gustan los cafés, camino por nuestro piso y veo las revistas que todavía no lees, el libro a medio abrir, tu ropa aun con tu olor y tus zapatos que inundan la habitación como mascotas inmóviles. La cocina es mi lugar favorito de la casa, es pequeña, verde y con muchos cajones, de uno de los cajones saco un frasco con café instantáneo, pongo agua a hervir y atravieso la sala, nuestro hogar no es muy grande ni pretencioso, pero dispone de nosotros de una manera perfecta, la luz de la ventana atraviesa toda la casa, ilumina lo que tu ahora no puedes iluminar.

El agua esta hervida y la tetera suena como encabritándose, dejándose escuchar en toda España, o al menos así lo pienso yo. El café esta listo, la mesa esta puesta, y tu silla esta en su sitio; solo faltas tu. No llegas y la espera se hace interminable, cada 5 minutos veo el reloj y veo que hace 5 minutos tampoco estabas acá, es difícil vivir así, vivir esperando que tengamos un tiempo para poder conversar, pero al menos lo tenemos y eso es lo mejor de esta vida europea. El agua se esta enfriando, y mi angustia se hace molesta, camino nuevamente por la sala a esperarte en la ventana, tan grande, tan amplia, tan.... El sol no se quiere poner hasta que tu no estés en el lugar mas seguro que puedo ofrecerte; mis brazos, Madrid avanza como avanzaba Lima pero aquí todo me parece hermoso, nuestro edificio esta en una calle angosta pero limpia, pequeña pero espaciosa, acá en Madrid soy mas optimista, veo siempre las cosas por donde las quiero ver y siempre que pienso en ti ahí estas tu, como un viento interminable de amor y confianza. La ventana me sigue acogiendo, y yo acurrucado veo lentamente una sombra delinearse en la esquina de nuestro vecindario; eres tu, cansada, alegre y siempre sonriente. Me ves dibujado en la ventana como una caricatura a medio hacer, me ves y soplas de alegría, como ya lo has hecho tantas veces.

- Sube rápido, que tu café se enfría – te grito, esperando que mi voz no sea opacada por los carros que transitan.

Levantas tu sonrisa, abres la puerta del edificio y desapareces, ahora me siento en la mesa a contar con los latidos de mi corazón cada escalón que pisas. Veo la mesa y pienso el agua se esta enfriando.

¿que toca el winamp?
:Como te extraño mi amor CAFE TACUBA.

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