domingo, marzo 08, 2020

CAMINAs

Caminamos por lo que alguna vez fue mi barrio; de ahi ya no queda nadie, me sentí raro. 
Su piel cristalina brillaba, sus ojos delicados me miraban, yo la miraba desde arriba. Se sintió tan pero tan bien. 
Fui a dejarla en su casa. En la puerta de esa quinta, a la que yo ya había ido antes, nos abrazamos muy fuerte, todo su cuerpo cabía entre mis brazos, su olor y su aroma, su perfume y su sudor envolvían todo. 
No me quiero ir, le dije, no quiero que te vayas me dijo. El abrazo continuó, el contacto físico que al principio había sido tímido ahora era lo ideal para los dos.
Subimos a su casa, nos sentamos en un sofá pequeño, se lo dije y no nos importó. Juntos en ese sofa incómodo nos quedamos dormidos. Las campanadas de la iglesia sonaron dos veces, me besó y la besé. 
Si supieras que tu camino te lleva a ese sitio caminarias mas rapido. 
Me encanta tener a alguien con quien caminar al lado. Siempre a tu lado.

No hay comentarios.: